Había una vez un león rápido, fuerte e inteligente, que siempre se reía de los demás
animales de la selva solo por el hecho de ser el rey, en especial se reía
de inofensiva abeja y de un lento y
torpe elefante. Un día el león decide hacer una reunión con todos los animales y
la puerta de la cueva se bloquea. Todos esperan
que el león resuelva el asunto pero no es capaz. Al final, la abeja sale entre las rocas en busca del
elefante, que no había ido a la asamblea por estar triste. El elefante acude a
remover las piedras y saca a todos los animales del sitio, los animales
felicitan a ambos y quieren ser sus amigos. El último que sale es el león,
avergonzado, sin saber como pedir disculpa por ver solo lo malo de ellos.
Desde ese día el león aprende la lección y
desde entonces sólo se fija en las cosas buenas de todos los animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario