Raquel era una chica normal como cualquier otra,
bastante responsable, estudiosa e inteligente, pero destacaba entre
las demás ya que sus padres ganaban muchísimo dinero gracias a que
tenían una gran empresa en la que se trabajaba de manera
internacional. Su madre se dedicaba a permanecer en la empresa y su
padre a llevar las cuentas y a viajar fuera. Raquel creía que vivía
en la familia perfecta, en la que no existían problemas y todos se
querían mucho. Ésta vivía en una casa enorme, con un gran césped,
además ,tenía piscina, jacuzzi, butacas de hidromasaje .etc.
Asimismo, ella adoraba los animales y al tener este enorme césped
podía permitirse tener tres perros, Bobi, Yanka y Susi, y dos gatos,
Rocky y Aixo, a los que amaba con locura. La chica vivía con sus
padres Miguel y Susana, y con sus hermanos, Manuel y Lucía, esta
familia parecía la familia ideal, hasta que un día ocurrió algo
inesperado.
La madre de Raquel se llevaba toda la mañana trabajando
en la empresa mientras que el padre se quedaba en casa llevando las
cuentas, por lo tanto, éste permanecía toda la mañana solo en casa
ya que Raquel estaba en el instituto y sus hermanos trabajaban. Un
día, Raquel salió una hora antes del instituto ya que su profesor
de Biología había faltado, muchos de sus amigos al salir de clase
decidieron ir a un parque para permanecer todos juntos allí, pero
Raquel, decidió ir a casa y así aprovechar para acabar toda su
tarea. Al llegar a casa no llamó al timbre para no molestar a su
padre en el trabajo y así darle una sorpresa. Ésta entró y cerró
con cuidado, pero se extrañó bastante ya que al entrar en el salón
vio una chaqueta roja preciosa en el sofá , ella pensó que tal vez
era una chaqueta nueva de su hermana, se la estuvo probando varias
veces y viendo lo bien que le quedaba pensó en ir a enseñársela a
su padre, por ello se dirigió al cuarto de trabajo de éste, pero
allí no había nadie, tras esto vio que la puerta de la habitación
de sus padres estaba cerrada y por lo tanto decidió abrirla, pero
por mala suerte se encontró con una gran sorpresa, su padre estaba
con otra mujer, a Raquel inmediatamente su cara le cambió, se quedó
seria, como en estado de shock y decidió quitarse la chaqueta lo más
rápida que pudo para tirársela a la amante de su padre, ya que
pertenecía a ella. Ella empezó a llorar y salió corriendo y su
padre detrás de ella.
-No es lo que parece-dijo su padre
-¿No? Entonces, explicame ¿qué era lo que estaba
ocurriendo?-respondió Raquel
-¡Es una clienta de la empresa que viene de Alemania y
estábamos ajustando cuentas!-dijo el padre
-¡Claro papá! ¿Crees aún que soy una niña
chica?-respondió cabreada Raquel
Inmediatamente, la chica cogió su móvil y llamó a su
madre y a sus hermanos para contárselo. Éstos rápidamente llegaron
a la casa y comenzaron a hacer preguntas seguidas constantemente.
-¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado? -Dijo Lucía
-Pero papá ¿qué has hecho? ¡Has demostrado que tu
familia no significa nada para ti!-Dijo Manuel
-¿Enserio has sido capaz de hacerme esto? ¡Quiero ya
mismo los papeles del divorcio!-Dijo Susana
Susana pensaba que ella iba a poder quedarse con la
empresa y con la casa y por lo tanto su vida seguiría siendo igual,
a pesar de no tener a su marido, pero lo que ella no sabía era que
la empresa estaba puesta a nombre de él y la casa también, y además
de ello por mala suerte ella no podía ni si quiera recibir una
pensión de su marido por sus hijos ya que eran mayores de edad y con
trabajo y por la pequeña el no le pasaba nada ya que se fue al
extranjero y no quiso saber nada de nadie. Por lo tanto, Susana se
vio obligada a tenerse que ir a vivir a otra ciudad, con su madre y
su padre. Por ello, Raquel tuvo también que cambiarse de instituto y
empezar una nueva vida.
La casa en la que vivía la abuela era un piso en el que
no cabían los tres perros y los dos gatos de Raquel, además ella se
agobiaba en este piso tan pequeño y no le gustaba la idea de ir a un
instituto nuevo y tener que hacer nuevos amigos, ya que ella era
bastante tímida y tras esta nueva situación en la familia estaba
teniendo que acudir a un psicólogo ya que estaba atravesando una
fase de depresión en su vida.
El primer día de colegio todos la tenían como “la
chica nueva”, ésta llegó y se sentó sola y no habló con nadie y
en el recreo permanecía todo el tiempo en una esquina completamente
sola y aislada . Esto ocurría un día tras otro y sus compañeros la
criticaban y la tenían como una chica antisocial, ya que no sabían
los problemas que ésta tenía pero tampoco se preocupaban en
preguntárselos.
Ella desde el primer día se fijó en un chico el cual
le parecía guapísimo y además era bastante inteligente, se llamaba
Alberto. Un día como otro cualquiera ella estaba en el recreo
haciendo su tarea y éste se acercó a ella, ella lo miro de reojo
pero hizo como si no hubiera nadie y siguió escribiendo en su
cuaderno.
-Hola, soy Alberto, por si no te has dado cuenta estoy
en tu clase, y sinceramente me da pena verte aquí tan sola en el
recreo y todos los días en clase. Me gustaría ayudarte con tus
problemas.
-Ya lo sé que estás en mi clase y no me importa estar
sola, y además ¿en qué problemas piensas ayudarme? Nadie puede
ayudarme con mis problemas, ni si quiera el psicólogo-respondió
enfadada Raquel
-Bueno pues a mí si que me importas tú y tus
problemas, por ello vengo aquí a preguntarte y a ayudarte en todo lo
que pueda-dijo Alberto
Esto estuvo ocurriendo un día tras otro y poco a poco
ella le fue contando más cosas a él acerca de su vida hasta que el
terminó sabiéndolo todo. El le comentó a Raquel que a él le había
ocurrido algo similar, ya que un día llegó un mensaje al móvil de
su padre y el lo cogió para leerlo creyendo que era de su hermana,
pero por mala suerte era de la amante de su padre. Ella se sintió
bastante identificada y gracias a él ella consiguió darse cuenta de
que aunque en nuestra vida ocurran cosas muy malas o haya muchos
obstáculos tenemos que ser capaces de pasarlos y seguir con nuestra
vida. A partir de este momento Raquel comenzó a ser mucho más
social con sus compañeros y a tener muchos más amigos, entre los
que había que destacar a su gran amigo y probablemente algo más que
amigo, Alberto.