viernes, 24 de enero de 2014

Marcos, el futuro cocinero

Érase una vez un niño llamado Marcos que vivía en el pequeño pueblo de Grazalema. El pequeño adoraba ayudar a su madre a cocinar le daba igual cocinar verduras que carne, como si tenía que llevarse una tarde entera haciendo una tarta enorme. Este gusto por la cocina lo había heredado de su madre ya que a ella también le encantaba cocinar y además era la cocinera de un bar del pueblo.
Marcos fue haciéndose mayor y cada vez tenía mucho más claro que su sueño era dedicarse a la cocina pero no quería contárselo a sus padres ya que estos no lo iban a apoyar porque su madre desgraciadamente no había tenido mucha suerte dedicándose a ello.

Cuando Marcos estaba acabando tercero de la E.S.O tenía que decidir que itinerario quería y para ello tenía que saber qué carrera quería hacer en un futuro. Su madre llegó de la reunión que habían hecho en el instituto y se sentó con Marcos en la mesa del salón para hablar a cerca de qué carrera quería hacer. Inmediatamente su madre se sentó junto a él y le dijo:

-Bueno Marcos, ¿ya tienes claro a qué te quieres dedicar en un futuro?

-Hay algo que me gusta bastante pero no sé si va a poder ser...-respondió desanimado Marcos

-¿Quieres ser veterinario verdad? Lo sabía, siempre te he visto muy contento cuando estás con los animales y ya se cual es tu preocupación. Tu estás preocupado porque tu padre y yo no vamos a poder pagarte la carrera ¿verdad? No tienes de que preocuparte tu padre a partir de este año va a comenzar a trabajar horas extras y yo voy a intentar trabajar limpiando casas o cuidando ancianos
por las mañanas antes de ir al bar.

-Mmm... muchas gracias mamá por preocuparte por mí y por mis estudios pero no es a eso a lo que me quiero dedicar – dijo Marcos

-¿Entonces? ¿A qué te quieres dedicar? ¿Quieres ser médico? ¿Ingeniero? ¿Arquitecto?

-No exactamente - respondió Marcos preocupado

-Entonces ¿qué deseas estudiar? - preguntó su madre

-Me gustaría hacer un módulo de cocina como estudiaste tú y posteriormente seguir formándome como tal – dijo Marcos

-¿Estás loco? ¿Crees de verdad que vas a encontrar trabajo como cocinero? Parece que no te das cuenta de la situación económica que tenemos en casa por culpa de que trabajo como una simple cocinera en un pequeño bar y tu padre como albañil pues con esto de la crisis está aún peor que yo y te aseguro que ni él ni yo queremos que tengas que estar con el dinero como estamos nosotros ahora sin saber como llegar a fin de mes. Además creo que sacas muy buenas notas como para no hacer una carrera universitaria - dijo la madre intentando hacer cambiar a su hijo de opinión

-Al menos tienes trabajo ya que hay muchísima gente que no tiene ni para comer así que deberías de estar agradecida, y respecto a lo de las notas yo pienso que debo de hacer lo que me guste y es más, no pienso ser un cocinero cualquiera, quiero ser el mejor cocinero y con sacrificio y esfuerzo lo voy a conseguir. - dijo convencido y con tono enfadado

-Pero cariño, tu padre y yo queremos lo mejor para ti y queremos que hagas una carrera en la que puedas tener un mejor futuro – respondió la madre intentando de nuevo hacerlo cambiar de opinión.

-¡Mamá no entiendes que es lo que me gusta! Solo te centras en que te gustaría que hiciera una carrera como veterinario o médico pero eso no es lo que me gusta a mí, es lo que a ti te gustaría. - respondió enfadado Marcos y se fue corriendo hacia su habitación.

Marcos se llevó una semana sin hablarle a sus padres ya que ellos no apoyaban su sueño, pero un día su madre fue a la habitación donde el se encontraba y le dijo:

-Cariño, tal vez me equivoqué y llevabas razón... Cocinar es tu sueño y lo de ser veterinario o arquitecto era mi sueño y no el tuyo y por desgracia no pude estudiar ninguna de esas carreras porque no había el dinero suficiente en mi casa como para que yo pudiera hacer unos estudios universitarios y por ello tuve que dedicarme a la cocina, me encantaba cocinar, sí, lo reconozco pero no era mi sueño dedicarme a esto. Me dolió muchísimo no poder dedicarme a lo que me gustaba por ello eres libre a dedicarte a lo que desees y a lo que te llene porque no hay nada mejor que dedicarte a lo que realmente te gusta. - dijo con mucho cariño su madre

-¡Gracias mamá! Muchísimas gracias por apoyarme, eres la mejor.

ROSE, LA MARIPOSA AMARILLA :

     Érase una vez una pequeña mariposa que vivía en un bosque en el norte de Francia. Se llamaba Rose, y tenia un precioso color amarillo.
Un día, Rose paseando, vio a una mariposa azul, corriendo fue a  su madre y le digo que quería ser azul como aquella mariposa.
Su madre pensó que no era buena idea, pero para ver a su hija feliz pintó las alas de esta de un color precioso.
La pequeña mariposa iba muy contenta con su nuevo color, cuando de pronto vio a una mariposa rosa. Rose fue de nuevo a su madre, diciendo lo que había pasado. Su madre, decidió pintar de nuevo las alas de la mariposa.
Ahora Rose estaba segura de que ese color seria mejor que el de antes, y que seria muy feliz.
Esto mismo le paso con algunos colores más: Verde, naranja, rojo y lila.
Un día, comenzó a llover tan fuerte tan fuerte que la mariposa se escondió bajo un árbol, entonces dos gotas cayeron de una rama, y la pequeña se mojo, de forma que había perdido los colores y se le había quedado un color muy feo,

En cuanto escampó, la mariposa fue llorando a su madre, diciéndole que quería volver a tener aquel color amarillo que tenia. Entonces, su madre, decidió ayudar a limpiarse los restos de la pintura, y una vez que acabaron, Rose volvió a ser una pequeña mariposa amarilla.

Desde ese día, Rose presume orgullosa de su color ante todas las mariposas.


LA NIÑA CAPRICHOSA:

     Julia era una pequeña que lo tenia todo, sus padres tenían mucho dinero, por lo cual, le daban todo aquello cuanto deseaba.
Un día su madre le dijo que no podía seguir así, que había que ahorrar un poco y que algunas cosas de las que Julia pidiera no podrían dársela.
A pesar de esto, Julia siguió pidiendo y pidiendo, y debido a su mal carácter caprichoso, su madre se lo daba tan solo por  no escucharla.
Pero un día la familia fue a un centro comercial, y Julia comenzó a ver toda clase de juguetes y a pedírselo a sus padres. Ellos se lo negaron, pero al final, y como siempre la niña caprichosa logró tener lo que deseaba.

Ese día, Julia se fue muy contenta a la cama con sus juguetes nuevos, pero no sabia que  partir de aquel día valoraría lo que realmente tenía importancia:

Por la mañana, la pequeña se despertó ilusionadísima por los nuevos juguetes, pero cuando bajo a la cocina, se dio cuenta que no había nadie, no estaba su padre, ni su madre, ni su hermano mayor.
Entonces Julia decidió salir a la calle, pero no hubo suerte.
 Junto a su casa había una gran juguetería en la que Julia entro para ver si había alguien, pero tampoco.
Luego se puso a mirar algunos de los juegos y peluches que había allí, pero paso de largo y no les presto atención, se dio cuenta que solo quería encontrar a su madre y a su familia.
Entonces la niña comenzó a llorar desconsoladamente cuando… Sonó el despertador!!!

Si, todo esto había sido un sueño, o mejor dicho, una pesadilla. Julia abrazo fuertemente a su madre y le dijo que regalaría todos sus juguetes a los niños pobres y que a partir de ahora solo querría jugar con sus amigas y no pediría tanto.


Así, Julia descubrió cual era el verdadero sentido de la felicidad y que lo importante es estar rodeado de las personas que quieres, y no de muñecos y demás objetos.
            

LA TORTUGA VELOZ:



         Tifón, o también conocido por sus vecinos como Viento, era un gran hombre, con una fuerza increíble, capaz de destruir casas con tan solo un soplido, o acabar con un bosque entero dejando caer su dedo encima.
Viento vivía en un pueblo muy pequeño, llamado Langoria, allí todos los vecinos se llevaba muy bien, era un pueblo pacifico y tranquilo, hasta la llegada de este ogro.
Cansados de sus rutinarias y pesadas bromas y destrucciones, los vecinos decidieron reunirse junto a todos los animales del pueblo para buscar una solución a esto.

Algunos proponían matarlo, pero era imposible, otros proponían pagarle con la misma moneda, y gastarle las mismas bromas que él propio hacia, pero el rey de Langoria dijo que ninguna de esas soluciones llevarían al camino correcto así que lo único que quedaba era pedirle de buenas formas que abandonara el pueblo.


El rey se dirigió a Tifón y le digo:
-Tifón, tengo que darte una mala noticia... Me temo que deberás abandonar el pueblo, solo provocas calamidades y no podemos seguir así

A lo que este respondió:

¿COMOOOOOO? ¿A mi? ¿Al gran Tifón?¿ Como osáis de echarme de esta, mi casa? Os vais a enterar…

-De pronto, Tifón soltó un soplido que dejo a toda la gente y animales en el suelo-

Los vecinos no se rindieron, y decidieron ir de nuevo, pero la reacción del hombre fue la misma cada vez que iban.

Viento, cansado dijo:

Esta bien, queréis echarme, ¿No?, Os propongo un reto, una carrera, si ganáis vosotros me iré, y si gano yo, la persona derrotada tendrá que abandonar el pueblo

 Pasaron los días, y ya habían abandonado el pueblo varios animales, entre ellos un lince, una pantera y un león.
Pero cuando creían que todo estaba perdido, Despa, una tortuga muy pequeña decidió retar al gigante, a lo que este, al principio echo una carcajada.

La tortuga solo pidió una condición: que le dejara una semana de entrenamiento, y así lo hizo. En esa semana la tortuga fue por todo el pueblo buscando a sus hermanas, que eran idénticas a ella.

Hasta que llego el gran día, entonces Viento se puso en la línea de meta junto a Despa, dispuesto a ganar

A medida que avanzaba la carrera, como era de imaginar, Viento dejaba atrás a la tortuga, y viendo que esta no venia, a mitad de camino decidió ir a beber agua, ya que estaba cansado. Cuando volvía a retomar la carrera, veía mas adelante de el a la tortuga, por lo cual se dio prisa y la alcanzo de nuevo. Y así sucesivamente, las hermanas de la tortugas se habían colocado en distintos tramos de el recorrido, y uno de ellos era la meta, así que por mucho que Viento corriera, estaba claro que ganaría la tortuga.

Avergonzado,  Viento reconoció su derrota, Y aun sin creérselo abandonó el pueblo de Langoria para siempre.











Con esto debemos aprender a no reírnos del mas débil, ya que no esta bien, además, no se sabe cuando te pueden ganar, por muy pequeño que sea tu enemigo, y si no mira a Despa!!!!

sábado, 18 de enero de 2014

Un cumpleaños increíble




Natalia era una chica de trece años de edad que vivía en una pequeña casa con sus dos hermanos Pablo y Laura, su padre que trabajaba en una pequeña fábrica y con su madre que se dedicaba a cuidar de los pequeños con la ayuda de Natalia.

La chica había tenido muy buenos cumpleaños cuando era pequeña y en su casa sus padres trabajaban y tenían buenos sueldos, por suerte lo celebraba con sus dos hermanos ya que los tres cumplían años en el mismo mes. Cuando Natalia iba a cumplir sus catorce años tenía unas ganas increíbles de celebrarlo por tanto decidió comentárselo a su madre.

-Mamá, he pensado que como este mes es mi cumpleaños y el de mis hermanos pues me gustaría celebrarlo como cuando eramos pequeños los tres juntos con toda la familia y además invitar a mis amigos – dijo Natalia a su madre

-Cariño, sabes que a mi y a tu padre nos encantaría poder celebraros el cumpleaños a los tres pero por mala suerte yo no encuentro trabajo en ningún sitio y papá en la fábrica cobra bastante poco. Te prometo que en el momento en el que encontremos ambos un trabajo mejor te lo celebraremos. - dijo la madre bastante preocupada

-No pasa nada mamá, no te preocupes, otra vez será – dijo la pequeña

La pobre Natalia se fue bastante triste a su habitación pero decidió no preocuparse y pensar que si no era al cumplir catorce años tal vez sería más adelante.
La madre de Natalia decidió contarle a su marido lo que le había dicho su hija a cerca del cumpleaños, ambos estuvieron pensando durante unos minutos y el padre dijo:

-¡María! Y si llamamos a toda la familia y a todos los amigos de nuestros hijos y les decimos que para la comida y un buen regalo para los tres podríamos poner todos de nuestra parte, es decir, cada uno de los invitados que traiga algo de comer y para el regalo ponemos todos de nuestra parte también – dijo muy convencido el padre de los niños

-¡Es verdad Manuel! No se me había ocurrido, que cada persona traiga algo y nosotros ponemos las bebidas y a parte entre todos podemos comprar un muy buen regalo que sea para los tres – dijo contenta la madre

Una semana después María encargó a su hija Natalia que se encargara de cuidar a sus hermanos, mientras que ésta estaba en el parque con sus hermanos su familia se encargó de decorar todo para el cumpleaños y que así cuando los tres llegaran a casa vieran la fiesta que su familia les había preparado.
Natalia fue inmediatamente con los pequeños a su casa después de su madre llamarla y sin esperárselo ninguno al entrar chillaron todas las personas que se encontraban allí:

-¡SORPRESA! ¡SORPRESA!

Los tres se quedaron alucinados y sin duda este cumpleaños fue uno de los mejores de sus vidas, los hermanos se lo agradecieron a sus padres, a la familia y a todos sus amigos el gran cumpleaños que le habían hecho y sin duda para ellos este era el mejor regalo que le podían haber hecho.

Todo se afronta con fuerzas

Miguel era un chico de siete años, era bastante nervioso y adoraba pasar las horas y las horas jugando en el enorme césped de su casa con su hermano Pablo y como no con su perro Joe.
Miguel además de ser muy nervioso era bastante curioso, por tanto decidió meterse por algunos huecos de su césped por donde nunca se le había ocurrido mirar, estuvo mirando detrás de la caseta del perro, detrás de todas las puertas, estuvo metiendo la cabeza dentro de algunos boquetes, incluso llegó a mirar los árboles por dentro a través de algunos boquetitos que estos tenían, y sorprendentemente, cuando estaba mirando el último árbol, dio un salto hacia atrás al ver que dentro de ese árbol se movían ciertos animales que volaban, éste, sin pensárselo dos veces decidió volver a mirar y no eran animales eso que el creía haber visto, eran hadas.
Miguel se sorprendió bastante pero justamente cuando iba a meter la mano dentro del árbol por el agujero su madre lo llamó para ir a cenar.

-¡Vamos chicos! ¡A cenar! Lavaros las manos, hoy cenamos pizza – gritó la madre a los pequeños

-¡Que bien pizza! ¡Me encanta! – dijo muy contento el pequeño Pablo

Miguel siguió mirando por el boquete unos minutos más y rápidamente fue hacia el cuarto de baño a lavarse las manos como su madre había indicado. Durante la cena Miguel comenzó a hacerle ciertas preguntas a su madre a cerca de la casa para ver si ella sabía algo sobre esas hermosas hadas.

-Mamá, ¿tú sabes que tipos de animales hay en nuestro césped? – dijo intrigado el chico

-Hombre, pues claro hijo, tal vez no en tanta profundidad como tu padre que es el que se dedica al césped, pero se mucho a cerca de él y se que viven en nuestro césped mariquitas, gusanos, hormigas, cochinillas .etc. – respondió con naturalidad la madre

-¿Y no hay ningún otro animal? – volvió a preguntar Miguel

-Que yo sepa no Miguel, a lo mejor algún que otro gato que a veces salta pero lo echamos o avispas, ¿a qué vienen tantas preguntas?

-No por nada, por nada mamá – dijo extrañado

Al día siguiente, al llegar del colegio, Miguel fue directamente hacia el árbol donde encontró a las hadas. Éste cogió a una y comenzó a tocarle el pelo, las alas, los ojos...

-¡AU! ¡Me ha mordido! – gritó Miguel muy asustado

-¿Qué haces? ¿Por qué me has sacado de mi casa y no paras de tocarme? – dijo enfadada el hada

Miguel muy sorprendido comenzó a sacar a todas las hadas que había en el árbol y les empezó a hacer preguntas de todo tipo

-¿Cómo os llamáis? ¿de qué sois hadas? ¿os gusta vuestro trabajo? ¿cuánto tiempo lleváis viviendo en mi árbol?

A medida que fue pasando el tiempo Miguel era cada vez más amigo de las hadas y éstas lo ayudaban en todos los problemas que el tuviera. Miguel se pasaba toda la tarde jugando con las hadas y con su perro y las ayudaba en todo lo que el podía.
Un sábado por la mañana Miguel se levantó tarde como de costumbre, desayunó sus cereales con leche y cuando iba a salir fuera para jugar con Joe y las hadas se encontró a su perro tirado en la puerta de la entrada, éste pensaba que el perro aún estaba durmiendo cosa que le extrañó, pero cuando comenzó a llamarlo el pobre Joe estaba muy triste y apagado.

-¡Mamá! ¡Mamá! A Joe le pasa algo – grito asustado

La madre acudió corriendo a ver que le pasaba al perro. Al ver la situación en la que estaba el perro decidió llevarlo rápidamente al veterinario.

-Cariño voy a ir a llevarlo al veterinario, la canguro está al llegar cuida mientras de tu hermano – dijo la madre

El pequeño fue corriendo inmediatamente al árbol a ver a las hadas y contarles lo que le había ocurrido a su perro, éste comenzó a llorar y las hadas lo consolaron como pudieron.
Miguel normalmente estaba jugando con las hadas y con Joe, pero ese día se lo pasó entero tirado en la cama mirando el techo de su habitación
A eso de las nueve de la noche la madre llegó sin el perro y Miguel y su hermano fueron directamente hacia su madre a preguntarles por Joe. Ésta les dijo que el perro estaba en el hospital muy grave porque ya es bastante mayor y que había pocas posibilidades de que sobreviviera.

Al día siguiente se levantó muy triste y fue hacia la casa de las hadas y éstas habían hecho una pócima con la que el perro podría vivir muchos años más. El pequeño con las hadas fueron al veterinario y le dieron la pócima al perro, éste a las dos horas había recuperado la vitalidad de siempre y todo gracias a las muy buenas amigas del pequeño Miguel.

Una vida On-line

Lucía era una adolescente bastante buena en los estudios, le encantaba aprender y saber sobre todo. Esta chica no tenía ordenador ni móvil y por tanto sus tardes se basaban simplemente en leer, hacer la tarea y estudiar.
Al llegar la Navidad la chica decidió pedir por reyes un ordenador con internet, sus padres decidieron comprárselo ya que sacaba muy buenas notas y era una chica excelente por tanto se lo merecía como la que más.
Una vez que ésta recibió un ordenador con internet su vida comenzó a cambiar bastante ya que se basaba simplemente en estar con el ordenador chateando con sus amigos y averiguando cosas nuevas a cerca del mundo.
Todo iba bien hasta que llegaron las notas del segundo trimestre, en el primero sus notas eran todo notable y sobresaliente y en este trimestre llevaba seis cates.
Sus padres se cabrearon bastante y evidentemente le quitaron el ordenador y el internet y decidieron que tan solo se lo devolverían en vacaciones y si lo aprobaba todo.

MORALEJA: Recibirás siempre que des, en el momento en el que dejes de hacer las cosas bien todo volverá a desaparecer.