sábado, 18 de enero de 2014

Un cumpleaños increíble




Natalia era una chica de trece años de edad que vivía en una pequeña casa con sus dos hermanos Pablo y Laura, su padre que trabajaba en una pequeña fábrica y con su madre que se dedicaba a cuidar de los pequeños con la ayuda de Natalia.

La chica había tenido muy buenos cumpleaños cuando era pequeña y en su casa sus padres trabajaban y tenían buenos sueldos, por suerte lo celebraba con sus dos hermanos ya que los tres cumplían años en el mismo mes. Cuando Natalia iba a cumplir sus catorce años tenía unas ganas increíbles de celebrarlo por tanto decidió comentárselo a su madre.

-Mamá, he pensado que como este mes es mi cumpleaños y el de mis hermanos pues me gustaría celebrarlo como cuando eramos pequeños los tres juntos con toda la familia y además invitar a mis amigos – dijo Natalia a su madre

-Cariño, sabes que a mi y a tu padre nos encantaría poder celebraros el cumpleaños a los tres pero por mala suerte yo no encuentro trabajo en ningún sitio y papá en la fábrica cobra bastante poco. Te prometo que en el momento en el que encontremos ambos un trabajo mejor te lo celebraremos. - dijo la madre bastante preocupada

-No pasa nada mamá, no te preocupes, otra vez será – dijo la pequeña

La pobre Natalia se fue bastante triste a su habitación pero decidió no preocuparse y pensar que si no era al cumplir catorce años tal vez sería más adelante.
La madre de Natalia decidió contarle a su marido lo que le había dicho su hija a cerca del cumpleaños, ambos estuvieron pensando durante unos minutos y el padre dijo:

-¡María! Y si llamamos a toda la familia y a todos los amigos de nuestros hijos y les decimos que para la comida y un buen regalo para los tres podríamos poner todos de nuestra parte, es decir, cada uno de los invitados que traiga algo de comer y para el regalo ponemos todos de nuestra parte también – dijo muy convencido el padre de los niños

-¡Es verdad Manuel! No se me había ocurrido, que cada persona traiga algo y nosotros ponemos las bebidas y a parte entre todos podemos comprar un muy buen regalo que sea para los tres – dijo contenta la madre

Una semana después María encargó a su hija Natalia que se encargara de cuidar a sus hermanos, mientras que ésta estaba en el parque con sus hermanos su familia se encargó de decorar todo para el cumpleaños y que así cuando los tres llegaran a casa vieran la fiesta que su familia les había preparado.
Natalia fue inmediatamente con los pequeños a su casa después de su madre llamarla y sin esperárselo ninguno al entrar chillaron todas las personas que se encontraban allí:

-¡SORPRESA! ¡SORPRESA!

Los tres se quedaron alucinados y sin duda este cumpleaños fue uno de los mejores de sus vidas, los hermanos se lo agradecieron a sus padres, a la familia y a todos sus amigos el gran cumpleaños que le habían hecho y sin duda para ellos este era el mejor regalo que le podían haber hecho.

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