viernes, 24 de enero de 2014

LA NIÑA CAPRICHOSA:

     Julia era una pequeña que lo tenia todo, sus padres tenían mucho dinero, por lo cual, le daban todo aquello cuanto deseaba.
Un día su madre le dijo que no podía seguir así, que había que ahorrar un poco y que algunas cosas de las que Julia pidiera no podrían dársela.
A pesar de esto, Julia siguió pidiendo y pidiendo, y debido a su mal carácter caprichoso, su madre se lo daba tan solo por  no escucharla.
Pero un día la familia fue a un centro comercial, y Julia comenzó a ver toda clase de juguetes y a pedírselo a sus padres. Ellos se lo negaron, pero al final, y como siempre la niña caprichosa logró tener lo que deseaba.

Ese día, Julia se fue muy contenta a la cama con sus juguetes nuevos, pero no sabia que  partir de aquel día valoraría lo que realmente tenía importancia:

Por la mañana, la pequeña se despertó ilusionadísima por los nuevos juguetes, pero cuando bajo a la cocina, se dio cuenta que no había nadie, no estaba su padre, ni su madre, ni su hermano mayor.
Entonces Julia decidió salir a la calle, pero no hubo suerte.
 Junto a su casa había una gran juguetería en la que Julia entro para ver si había alguien, pero tampoco.
Luego se puso a mirar algunos de los juegos y peluches que había allí, pero paso de largo y no les presto atención, se dio cuenta que solo quería encontrar a su madre y a su familia.
Entonces la niña comenzó a llorar desconsoladamente cuando… Sonó el despertador!!!

Si, todo esto había sido un sueño, o mejor dicho, una pesadilla. Julia abrazo fuertemente a su madre y le dijo que regalaría todos sus juguetes a los niños pobres y que a partir de ahora solo querría jugar con sus amigas y no pediría tanto.


Así, Julia descubrió cual era el verdadero sentido de la felicidad y que lo importante es estar rodeado de las personas que quieres, y no de muñecos y demás objetos.
            

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