Érase
una vez una pequeña mariposa que vivía en un bosque en el norte de Francia. Se
llamaba Rose, y tenia un precioso color amarillo.
Un día, Rose paseando, vio a una
mariposa azul, corriendo fue a su madre
y le digo que quería ser azul como aquella mariposa.
Su madre pensó que no era buena idea,
pero para ver a su hija feliz pintó las alas de esta de un color precioso.
La pequeña mariposa iba muy contenta
con su nuevo color, cuando de pronto vio a una mariposa rosa. Rose fue de nuevo
a su madre, diciendo lo que había pasado. Su madre, decidió pintar de nuevo las
alas de la mariposa.
Ahora Rose estaba segura de que ese
color seria mejor que el de antes, y que seria muy feliz.
Esto mismo le paso con algunos colores
más: Verde, naranja, rojo y lila.
Un día, comenzó a llover tan fuerte tan
fuerte que la mariposa se escondió bajo un árbol, entonces dos gotas cayeron de
una rama, y la pequeña se mojo, de forma que había perdido los colores y se le
había quedado un color muy feo,
En cuanto escampó, la mariposa fue
llorando a su madre, diciéndole que quería volver a tener aquel color amarillo
que tenia. Entonces, su madre, decidió ayudar a limpiarse los restos de la
pintura, y una vez que acabaron, Rose volvió a ser una pequeña mariposa amarilla.
Desde ese día, Rose presume orgullosa
de su color ante todas las mariposas.
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