Tifón, o también conocido por sus vecinos como Viento, era
un gran hombre, con una fuerza increíble, capaz de destruir casas con tan solo
un soplido, o acabar con un bosque entero dejando caer su dedo encima.
Viento vivía en un pueblo muy pequeño, llamado Langoria, allí
todos los vecinos se llevaba muy bien, era un pueblo pacifico y tranquilo,
hasta la llegada de este ogro.
Cansados de sus rutinarias y pesadas bromas y destrucciones,
los vecinos decidieron reunirse junto a todos los animales del pueblo para
buscar una solución a esto.
Algunos proponían matarlo, pero era imposible, otros proponían
pagarle con la misma moneda, y gastarle las mismas bromas que él propio hacia,
pero el rey de Langoria dijo que ninguna de esas soluciones llevarían al camino
correcto así que lo único que quedaba era pedirle de buenas formas que
abandonara el pueblo.
El rey se dirigió a Tifón y le digo:
-Tifón, tengo que darte una mala noticia... Me temo que deberás
abandonar el pueblo, solo provocas calamidades y no podemos seguir así
A lo que este respondió:
¿COMOOOOOO? ¿A mi? ¿Al gran Tifón?¿ Como osáis de echarme de
esta, mi casa? Os vais a enterar…
-De pronto, Tifón soltó un soplido que dejo a toda la gente
y animales en el suelo-
Los vecinos no se rindieron, y decidieron ir de nuevo, pero
la reacción del hombre fue la misma cada vez que iban.
Viento, cansado dijo:
Esta bien, queréis echarme, ¿No?, Os propongo un reto, una
carrera, si ganáis vosotros me iré, y si gano yo, la persona derrotada tendrá que
abandonar el pueblo
Pasaron los días, y
ya habían abandonado el pueblo varios animales, entre ellos un lince, una
pantera y un león.
Pero cuando creían que todo estaba perdido, Despa, una
tortuga muy pequeña decidió retar al gigante, a lo que este, al principio echo
una carcajada.
La tortuga solo pidió una condición: que le dejara una semana
de entrenamiento, y así lo hizo. En esa semana la tortuga fue por todo el
pueblo buscando a sus hermanas, que eran idénticas a ella.
Hasta que llego el gran día, entonces Viento se puso en la línea
de meta junto a Despa, dispuesto a ganar
A medida que avanzaba la carrera, como era de imaginar,
Viento dejaba atrás a la tortuga, y viendo que esta no venia, a mitad de camino
decidió ir a beber agua, ya que estaba cansado. Cuando volvía a retomar la
carrera, veía mas adelante de el a la tortuga, por lo cual se dio prisa y la
alcanzo de nuevo. Y así sucesivamente, las hermanas de la tortugas se habían
colocado en distintos tramos de el recorrido, y uno de ellos era la meta, así
que por mucho que Viento corriera, estaba claro que ganaría la tortuga.
Avergonzado, Viento
reconoció su derrota, Y aun sin creérselo abandonó el pueblo de Langoria para
siempre.
Con esto debemos aprender a no reírnos del mas débil, ya que
no esta bien, además, no se sabe cuando te pueden ganar, por muy pequeño que
sea tu enemigo, y si no mira a Despa!!!!
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