sábado, 26 de octubre de 2013

ETERNA VEJEZ.

Jercos, un joven y apuesto chico salía cada día, gastándose los ahorros y dinero de su familia, los cuales iban destinados básicamente a la alimentación.


Sus padres trabajaban noche y día, pero por más que le regañaban, Jercos nunca obedecía.

Pero un día, Zefalón, dios de la sabiduría, cansado de ver el esfuerzo en vano de sus padres, cogió al joven y le dijo: Jercos, si sigues así, todo se volverá contra ti, incluso tú mismo.”
Jercos ignoró las palabra del Dios sin ningún pudor.
Seguía gastando y gastando dinero, hasta dejar a su familia sin comer día y noche. Cansado, Zefalón se dirigió al chico de nuevo: - “Aquel dinero que gastes día tras día, caerán sobre ti convertidos en meses”- dijo.
El joven lo ignoró otra vez y siguió disfrutando sin darse cuenta del daño que se hacia a si mismo.A los pocos meses Jercos se comenzó a sentir cansado, pero aun así salía., por cada copa que tomaba lo mataba poco a poco, sin el darse cuenta. Sus años iban creciendo hasta llegar al punto de comenzar a envejecer; que le llevaba a tenerse que ir antes a su casa debido al cansancio

Uno de los días, el “joven” que ya era un anciano comenzó a quedarse en la cama y a lamentarse. Entonces Zefalon se acercó le digo: ¿Te das cuenta ahora, amigo, de cómo pasa el tiempo pero no tus ganas? Este es el sentimiento de tus padres al intentar mirarte, o dirigirte la palabra para que cambiaras la actitud.
A lo que el chico respondió diciendo que ese castigo no se lo había merecido, por lo que el sabio dijo: 

“Querido, más sabe el diablo por viejo que por diablo.”

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